¿Qué cosas interfieren en una charla?
Indudablemente, te pasó en más de una ocasión que al charlar con un individuo a la que conoces poco o donde quieres ocasionar una aceptable impresión, tu cabeza quedó en blanco, dejándote sin comprender qué decir, lo que da como resultado un silencio incómodo y para nada interesante. ¿A qué hay que esto?
Timidez o inseguridad
Es natural que al dialogar con quienes conocemos poco sintamos alguna inseguridad de expresarnos con completa independencia, por esa razón se minimizan las opciones de los temas para dialogar.
Esto pasa de la próxima forma: piensa que charlas con alguien que disfrutas bastante y a la que deseas impresionar. Quieres charlar sobre el trabajo, tu familia o sentimientos, pero sientes que eso no es suficientemente esencial para mentarlo, entonces, te quedas sin opciones de ideas para expresar, lo que da pie al silencio.
Falta de interés
Frecuentemente, la carencia de interés en lo que nos comunica el interlocutor es un obstáculo para poder una charla dinámica y cómoda. Frecuentemente nos limitamos solo a oír por fácil obligación sin verdaderamente querer establecer una charla, en el final quien se expresa se reservará sus críticas y la comunicación se va a ver interrumpida.
No hay puntos en común
Las mejores diálogos son aquellas en las que los competidores tienen puntos en común, en el momento en que no es de este modo tiende a ser pesada. Esto pasa en el momento en que solo nos limitamos a oír sin llevar a cabo cuestiones con la intención de comprender mucho más de la persona y que aparezcan nuevos vínculos.
¿Qué realizar para sostener diálogos atrayentes?
Si bien es verdad que es un desafío establecer y sostener diálogos animadas y también atrayentes, es verdaderamente viable, de ahí que, te exponemos ciertos consejos de lo que tienes que realizar:
Exprésate abiertamente
Convéncete a ti de que tu opinión es esencial, esto te va a ayudar a expresar tu opinión sobre cualquier tema libremente. Si lo que dirás no es ofensivo ni está fuera de sitio, esfuérzate por no filtrar lo que quieres expresar en ningún instante, aun en el momento en que te halles con personas que conoces poco.
O sea más esencial si andas comentando con un individuo por la que sientes interés, ya que llevarlo a cabo de esta manera no solo evitará los minutos de silencio, sino te va a ayudar a hallar puntos en común y forjar buenos vínculos.
Busca puntos en común
Las buenas amistades y el resto de las relaciones en su enorme medida dependen de los puntos en común que la gente tengan entre sí, pero, descubrirlos transporta su tiempo y necesita de esfuerzo, tiempo y dedicación.
La manera más óptima de llevarlo a cabo es mediante las cuestiones, más allá de que es verdad que tienes que eludir que la charla se transforme en un monólogo, es bueno oír atentamente y elaborar cuestiones solo el tema que se esté comentando, de esa forma lograras comprender qué opina la persona, lo que le agrada, lo que le disgusta, sus opciones, entre otros muchos puntos.
Haz notas mentales
Las notas mentales van a ser tu mejor aliado para sostener una charla atrayente. Para lograr realizar una lista de ellas, es necesario que te enseñes entusiasmado en lo que te expresa el interlocutor, en tanto que según lo que te afirme, lograras proseguir la charla en un mismo hilo, lo que no solo le probará que te interesas en lo que afirma, sino va a hacer que sea entretenida la charla.
Por poner un ejemplo, imaginemos que tienes tiempo sin ver a tu compañera de clases, al verla te dice que su madre estuvo enferma, que le va bien en el trabajo y que sus hijos están de vacaciones con los abuelos. Decides hacerle una pregunta sobre la salud de su mamá, hablan por unos minutos, pero el tema se termina, en este punto, puedes valerte de tus notas mentales, escoge velozmente qué preguntar o sobre qué hacerle un comentario y de este modo no invadirá el incómodo silencio.
Utiliza cuestiones de forma estratégica
Las cuestiones son tan capaces que tienen la posibilidad de lograr que un individuo se sienta en seguridad para abrirnos su corazón y expresarse con completa soltura y independencia, pero, has de saber formularlas y saber cuál es el instante de utilizar ellas.
Si hablamos de un individuo a la que llevas poco tiempo conociendo, tienes que usar cuestiones fáciles, como; ¿cuál es su color preferido?, ¿le agrada leer?, ¿goza las ocupaciones al aire libre?, de esa forma te formas un concepto mental de de qué forma es esa persona y que cosas puedes nombrar para charlar amenamente.
Pero hayamos ido un tanto mucho más allí, piensa que llevas tiempo conociendo a un individuo y que ya conoces datos básicos de su historia. En este punto, es necesario valerse de cuestiones profundas, ir un tanto mucho más allí y saber sus sentimientos, de qué manera tiene una reacción o actúa ante semejante situación, qué cosas le hacen feliz o cuáles le desagradan.
Para saber estos puntos, resulta necesario que formules cuestiones personales en la mitad de una charla diaria, para eludir que la persona se sienta estudiada, pero que al tiempo perciba interés de parte tuya, lo que va a dar pie a expresar sus sentimientos contigo.
Crea un repertorio de temas para dialogar
Los repertorios de temas para charlar son idóneos para socorrer diálogos que están a puntito de finalizar, de ahí que, es esencial que sepas sobre temas recientes y también esenciales que aporten a la charla.
Para eso, es necesario leer, ver novedades o vídeos, no es que tienes que estudiar para charlar, sino tienes que estar nutrido en conocimiento para contribuir algo al dialogo que poseas con la otra persona. Asimismo, tienes que tratar siempre y en todo momento de buscar un tema que les agrade y también importe a los dos.
Si tomas presente estos consejos, establecer y sostener diálogos atrayentes va a ser sencillísimo y fortalecerás vínculos de cualquier clase.